fbpx

Regresa al inicio

diciembre 15, 2022

Santa Clara de Uchunya: División interesada

  • 210
  • 0
Carlos Hoyos Soria, líder indígena de Santa Clara de Uchunya. FOTO: Sebastian Manuel

La convivencia entre los pobladores de Santa Clara de Uchunya, desapareció inadvertidamente, por una división de intereses particulares. Por un lado, quienes están de acuerdo con la operatividad de Ochosur P S.A.C., y por otro, quienes están en contra de la empresa de palma aceitera, por la degradación del suelo y deforestación de bosques ancestrales que provocó su presencia.

En conferencia de prensa, este martes 13, Carlos Hoyos Soria, líder indígena de Santa Clara de Uchunya, enfatizó en la continua defensa de los territorios ancestrales, de uso tradicional, “para que el Estado peruano, mediante el Gobierno (Regional), devuelva las hectáreas de bosques que, ahora, pertenece al Grupo Ochosur P S.A.C., anteriormente conocido como, Plantaciones Pucallpa”.

“Esta empresa (Ochosur P S.A.C) dividió a la comunidad de una manera sospechosa, algo que no pasaba durante años –desde tiempo inmemorial–, raramente, y que actualmente, estamos enfrentándonos entre familias: primos, tíos, sobrinos. ¿Por qué? Porque hay un grupo que defiende a la empresa, y nosotros, mantenemos la lucha de la comunidad que empezó el 14 de marzo del 2014”, explicó Hoyos Soria.

El líder indígena de Santa Clara de Uchunya, destacó que los comuneros reclaman el derecho a la propiedad, a la tierra. Actualmente las madres tienen complicaciones, porque, no hay dónde y cómo recolectar cultivos de frutos silvestres.

“Nosotros como pueblo indígena, vivimos de la caza, pesca y recolección. (…) Todo lo que tuvimos, la empresa lo deforestó para sembrar palma aceitera, (por eso), no vamos a permitir más ecocidios en nuestro territorio”, dijo.

Asimismo, Hoyos Soria, mencionó que recibió varias amenazas de muerte, por mantener la protección de los territorios ancestrales., pues, “no es fácil enfrentarse a una empresa transnacional”.

Graciela Reátegui Mori, presidenta de la Federación de Comunidades Nativa de Ucayali y Afluentes (FECONAU), expresó el respaldo, como organización indígena, a Santa Clara de Uchunya. Así pues, “buscarán maneras de iniciar proyectos productivos, concretos”. Por otro lado, Jamer López Agustín, vicepresidente de la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU), indicó que existe el peligro de la expansión de empresas de palma aceitera en Pucallpa, que, provocan infracciones ambientales en territorios de los pueblos indígenas.

Dijo: “Nuestra presencia orgánica es también para hacer público (que se está produciendo) la expansión de palma aceitera en Nueva Requena, Yarinacocha y Padre Márquez. Nuestra preocupación es que, la industria de palma aceitera está ingresando a los territorios indígenas, sin realizar consultas previas, y sin el Estudio de Impacto Ambiental, que, hoy en día (realizan), sobre todo, frente a la debilidad de las instituciones públicas”.

En tanto, Lizardo Cauper, presidente del Consejo Shipibo Konibo Xetebo (COSHIKOX), destacó que, “la lucha ya no será solo de la comunidad nativa, sino, del pueblo indígena shipibo. Declararán en alerta y habrá movilizaciones permanentes, ya sea una vulneración que sufra cualquier comunidad del pueblo shipibo. (…) Porque, defender nuestro territorio, es defender nuestra vida”.

Finalmente, Álvaro Masquez Salvador, abogado del Instituto de Defensa Legal del área de Pueblos Indígenas y de Litigio Constitucional, consideró como una operación de negocio ilegal –refiriéndose a Ochosur P S.A.C.–, “(porque) se generó en base a la destrucción de la naturaleza, la violación de los derechos de los pueblos indígenas; y, por más esfuerzos que pongan, por más recursos económicos que destinen, nunca podrán afirmar que cuentan con la mínima legalidad para operar en un país civilizado, como Perú quiere ser”.

Álvaro Masquez Salvador, abogado del Instituto de Defensa Legal del área de Pueblos Indígenas y de Litigio Constitucional.
Prev Post

Paro y marcha serán pacíficos

Next Post

Crisis se agrava en Ucayali

post-bars

Escribe un comentario