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febrero 2, 2023

Escribir para seguir viviendo

Escribe: Sebastian Manuel

Cabanillas Diaz, nació con una discapacidad en el brazo derecho, que no es un impedimento para escribir poesía, porque para hacerlo solo necesita percibir la delicadeza de la vida en el corazón.

Encontró la poesía después de una desilusión sentimental que sufrió con una chica, en el 2011, mientras estudiaba el segundo año de secundaria. “Si ella me hubiera amado con el corazón, no hubiera pensando en ser un poeta”, afirma Cabanillas. Al principio elaboró prosas poéticas, pero, más adelante prefirió resumir historias en tres o cuatro estrofas.

“La forma que yo me vengué (de la chica) fue escribir poesía para la mujer que nunca me correspondió. Quería que ella sienta que, todo lo que hizo, fue convertirme en poeta”, cuenta.

Las primeras composiciones poéticas que hizo no tenían títulos, porque, según él, la chica podría darse cuenta que era la destinataria: aunque en realidad, sí lo era.

Pablo César Cabanillas Diaz, nació el 7 de septiembre de 1996, en Puerto Huallana, una Comunidad Nativa Machiguenga, ubicada en Cusco. Una pareja de misioneros evangélicos suizos – peruanos, decidieron adoptarlo, y en el 2003 lo trasladaron a Pucallpa para que estudie.

Después de los suspiros que desencadenaban las musas en Cabanillas, el 2013, dejó de componer versos, porque estaba pendiente de actividades que organizaba la iglesia misionera evangélica suiza – peruana.

Sin embargo, la poesía es un frágil invernadero que mantiene a nuestras almas receptivas, frente a las sorpresas de la vida: el 2015, ingresó a estudiar Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Ucayali, donde encontró a personas que escribían poesía: retornó a moldear la delicadeza de la vida instantáneamente.

En Pucallpa, conoció los libros “Los Heraldos Negros”, “Trilce”, “Poemas Humanos” de César Vallejo; posteriormente, autores como Julio Ramón Ribeyro Mario Bennedetti, Charles Badelaire, Charles Bukowski, Arthur Rimbaud, Edgar Allan Poe, influenciaron en su formación como poeta.

Perteneció al grupo literario pucallpino “Los Malditos Puéticos”, desde el 2014 hasta el 2017.

Buscó un sello editorial durante dos días, antes de que publique “Síntomas de una buena enfermedad”, primer libro de poemas. Solo encontró la editorial Atashay.

Posteriormente, el 2018, entregó por dos años los derechos de autor a la editorial Zafiro del libro “Invierno de Mariposa”.

“La poesía es parte de mí, escribo para seguir viviendo”, sentencia Cabanillas. Además, la expresión de Cabanillas forma revoltijos de alborotos en los sentimientos de sus lectores que encuentran en su obra a la vida en una palabra.

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