DEDOS MÁGICOS

Esa noche, Lucas Artemio, interpretó, al piano, tres clásicos, bien ejecutados. Comenzó con “Balada para Elisa”, un clásico de Beethoven. Continuó con un espectacular “Marcha Turca” de Mozart y culminó con un conocido Rigoletto: “La Donna e Mobile”. El público aplaudió la maestría en la ejecución de las tres piezas y el dominio escénico, la tranquilidad del adolescente.
Lucas Artemio, hijo de un docente de música en el Meza Saravia (el profesor Artemio Zavala Vigo) comenzó a estudiar piano desde los 6 años de edad. A los 14 tiene un buen dominio. “Pero todavía debo estudiar más”, afirma con sencillez y espontaneidad.
Actualmente estudia secundaria en el tradicional Colegio Inmaculada. Estuvo en el 3ro J. Sin embargo, debido a su rendimiento académico y sus virtudes musicales, fue promovido hacia el cuarto año. “Siempre en la J”, dice, sonriendo.
Sus dedos parecen mágicos, cuando se deslizan por el teclado del piano. Concentra la mirada y el alma en la melodía. Pareciera que todo desaparece a su alrededor y la melodía inunda el ambiente, recreando vidas, personajes y momentos importantes de la historia de la humanidad, a través de los clásicos que resultan asequibles al gran público.
Pucallpa tiene un joven concertista.
